¿Y cuándo vuelve el desaparecido? Cada vez que lo trae el pensamiento es uno de los proyectos ganadores de la beca de creación Escuelas que desde el arte y la cultura construyen memorias para la paz y la reconciliación, otorgada tras una alianza entre la Secretaría de Cultura, Recreación y Deportes y el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación, en el marco del programa de Estímulos, de dicha secretaría. El proyecto consiste en un montaje escénico dirigido por Claudia Alvarado, profesora de danzas del Colegio Alberto Lleras Camargo (IED), de la localidad de Suba.

Esta obra combina elementos de la danza, el teatro y música para narrar uno de los sucesos que marcaron la historia reciente del conflicto armado en Colombia: los “asesinatos en persona protegida” de los que fueron víctimas varios muchachos del municipio de Soacha, cuya responsabilidad recae en agentes del estado, miembros de las fuerzas militares. Este fenómeno, también conocido como Falsos positivos, salió a la luz en el año 2008. No obstante, hoy por hoy sigue siendo de gran relevancia para la opinión pública, dado que recientemente el New York Times (2019)[1] publicó un artículo que revela la forma en que las estrategias militares del gobierno nacional actual continuarían perpetuando esta grave práctica de violación al Derecho Internacional Humanitario. De acuerdo con este medio, “algunos militares dicen que esa orden implica que reduzcan sus normas para proteger a civiles inocentes de ser asesinados, y que ya ha ocasionado muertes sospechosas o innecesarias”.

Por la gravedad y seriedad del asunto, estos crímenes han sido seleccionados por la JEP (Jurisdicción Especial para la Paz del Sistema Integral de Justicia, Verdad, Reparación y No Repetición) como uno de los casos sujetos a investigación y juicio (caso 003).

De acuerdo con Claudia, el proyecto se crea “a partir de la necesidad de contar, de hacer memoria, de rebuscar entre lo que hemos sido para construir hacia lo que seremos”. Además de su interés por la reconstrucción de memoria, la canción Desapariciones de Rubén Blades fue motivo de inspiración para el performance. De esta manera podemos ver cómo otras obras artísticas, aunque parezcan aisladas, son fuente de creación y reflexión sobre la realidad social.

Uno de los grandes logros que resalta Claudia es ese “cimbronazo estético” que generó en sus estudiantes y en los espectadores de la obra. Sucede que, al resaltar el vínculo entre el arte y las dimensiones social y política de los seres humanos, las emociones se conectan con una realidad que parecería lejana. De esta manera, se despiertan la empatía y la solidaridad de los participantes para romper con la apatía y entablar procesos de memoria en la comunidad escolar.

Así pues, el principal aporte de este proyecto a la paz y a la reconciliación consiste en promover un nuevo entendimiento “[por] que no hacemos memoria para eternizar el odio”. La obra transmite un mensaje contundente que sensibiliza a sus espectadores sobre las condiciones en que se ha vivido el conflicto y las dinámicas en las que se ha camuflado dentro de la vida cotidiana de los menos favorecidos; con el fin sacudir y despertar la consciencia de la comunidad. Además, el proceso de creación alienta en los y las estudiantes la curiosidad y la crítica; y, por eso, Yury Natalia afirma “esto me va demostrando que no todo es lo que parece”. Finalmente, el proyecto también ha dejado un legado material al colegio: el acondicionamiento de la ludo-magia, un salón adecuado para desarrollar actividades pedagógicas a través del arte.

[1] Casey, N. (18 de mayo de 2019). Las órdenes de letalidad del ejército colombiano ponen en riesgo a los civiles, según oficiales. New York Times. Recuperado de https://www.nytimes.com/es/2019/05/18/colombia-ejercito-falsos-positivos/

Categories: Suba